El mundo de la vela nos da la posibilidad de acercarnos a un ambiente nuevo y desconocido para muchos.

Teniendo unas condiciones climáticas y geográficas inmejorables y poco aprovechadas, es hora de acercar a nuestros niños y jóvenes a que tengan la posibilidad de experimentar en la vela.

Por otra parte, la realidad y el contexto que directa o indirectamente influyen sobre ellos nos hacen replantear la educación que queremos.

Que mejor que una actividad donde se estimula el espíritu de competición, el crecimiento y la superación personal, desarrolla la creatividad, el respeto hacia los demás, el cuidado del medio ambiente, la solidaridad y la convivencia. Todo esto lo consideramos de vital importancia y más en una sociedad donde los buenos ejemplos escasean, por lo tanto el crecimiento educativo es fundamental.

Desde el punto de vista deportivo, la sana competición y la detección de talentos deportivos nos plantea una actividad muy completa y entretenida para todos.